Canto al sol
Estrella del universo,
rey magnánimo,
larga es tu existencia.
Ofreces calor, luz y energía,
toda la vida orbita a tu alrededor.
Te idolatran, y ante ti, se concentran en las playas,
sin saber, ignorantes, que tu manto es una tizona de doble filo.
Rey cruel, no perdonas.
Implacable, despiadado, con tu luminosidad atacas cada año.
Con tu fuerza, tu fuego cada vez mayor, me sofocas, me asfixias.
Me causas desazón, ardor, combustión.
Me quemas.
Me envías urticarias.
Ejércitos de hormigas recorren mis brazos y piernas.
Haces que sueñe con fiordos, valles excavados y tallados por glaciares.
Haces que imagine Peritos Morenos, con sus masas de hielo a cero grados.
Quiero emigrar a Groenlandia, entre el Atlántico y el Glaciar Ártico.
Quiero vivir en el estado de Alaska, en la última frontera.
Quiero estar entre los inuits de Nunavik, en Canadá, sonriendo en un safari de ballenas.
Quiero refugiarme en los iglús de los esquimales del noreste de Siberia.
Quiero observar el cielo rojizo desde un trineo, cerca del polo norte.
Quiero estar en las islas Svalbard, en el Ártico, paseando a media noche, rodeada de osos polares y morsas.
Yotomilla. Verano de 2023 y todos los veranos.
Haikus
Arriba marzo
observa y siente
respira, vive.
Detente, para
escucha el silencio
y agradece.
Motor del tractor
cuesta del tomillo
pacas de paja.
Sauces llorones
lechazo en el horno
y ensalada.
Flor de pruno es,
delicada y frágil,
calma serena.
Yotomilla. Marzo de 2024